- Maria C. Morell
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Buenos días, comunidad Kyara Lambert, ¿habéis reflexionado últimamente sobre lo que ha cambiado y lo que no, durante las últimas décadas, en relación al rol de las mujeres en la familia y en casa?
Me gustaría invitarte a compartir conmigo esta reflexión
Las mujeres de mi generación, entre los cuarenta y los cincuenta, hemos vivido las diversas fases de la evolución del rol femenino en la familia, el hogar y la sociedad. Tengo que compartiros que si ahora me siento profundamente libre, segura y orgullosa de mí misma, es por la suma de mis otras yo pasadas.
Me explico: como hija mujer, la mayor de cinco hermanos y con madre ausente, no hubo lugar a discusión sobre mi papel en la familia. Debía ayudar a nuestro padre en el hogar, la familia y el trabajo después de la escuela a partir de los catorce años.
Así fueron pasando los años; yo ni siquiera me planteaba si mi aspecto era el adecuado o no porque creía que era el normal para una niña de una familia desestructurada con escasísimos recursos, humanos y económicos.
Hasta que en la adolescencia, las hormonas y los consejos de mi tía madrina, se encargaron de regalarme la suficiente dosis de realidad como para entender de golpe y para siempre que…
“Una chica tiene que estar bella (según los cánones de belleza y seducción conservadora de la época) para seducir al chico formal que la enamore y la rescate…”
Por eso y como estaba mandado, me dejé asesorar y guiar cual corderita desvalida en el arte de cómo vestirme y comportarme durante años por las adultas de mi entorno, que lo hicieron con todo su cariño y lo mejor que sabían porque así lo habían recibido ellas también.
Por suerte esas falsas creencias, que veíamos bajo las gafas de la realidad distorsionada, actualmente se traducen en anteponer nuestro propio bienestar y nuestras necesidades a los de los demás. La supeditación ha dado paso al auto conocimiento y la autocrítica.
Mi esencia en cuanto a la imagen física hoy sigue siendo sencilla, libre, espontánea y natural; la diferencia es que ahora es cuidada, empoderada y desde convicciones propias, no sociales.
Hoy día no tenemos excusas para no cuidarnos; tenemos muchas herramientas para gestionar la autoestima y la inteligencia emocional. El cuidarte y velar por tu salud corporal y la interior ya no es una opción reservada para personas de alto estatus; es un derecho y una señal de amor propio.
En Kyara Lambert apostamos por tu bienestar y equilibrio
Por eso elaboramos productos naturales que contribuyen a tu belleza y salud capilar y del medio.
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¡Cuídate mucho!
Maria C. Morell
Redactora de Kyara Lambert
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